El sufganiá, en plural, sufganiot, es un dónut clásico de la comida judía que se toma en Janucá. Es parecido a la berlinesa alemana, al paczek polaco y al ponchik ruso. Es una masa que se fríe, pero que a diferencia de los donuts no lleva orificio y se rellenan con mermelada. Conviene comerlos el mismo día que se elaboran pues endurecen pronto, pero puedo aseguraros que es difícil que os sobren, porque están increíblemente ricos.
INGREDIENTES
9g. de levadura seca rápida (instant yest)
180g. de leche tibia
450g de harina, y un coco más si nos hace falta para el amasado.
65g. de azúcar
1 huevo
56g. de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de ralladura de limón, o limón + naranja
1 cucharadita de vainilla
1/2 cucharadita de sal
También necesitaremos aceite vegetal para freírlos, mermelada para el relleno y azúcar glasé para el glaseado.
ELABORACIÓN
En un bol grande disponemos la harina, el azúcar y la levadura, lo mezclamos. Si utilizamos la batidora colocar el gancho de amasado.
Añadir el huevo, la mantequilla, la ralladura, la vainilla y la leche, empezar a amasar a velocidad baja hasta obtener una bola de masa, tardará unos 2 o 3 minutos. Añadiremos el extra de harina si la masa queda muy pegajosa.
Añadir la sal y seguir amasando hasta obtener una masa bien elástica y lisa, puede tardar de 8 a 10 minutos.
Pasamos la masa a un bol engrasado, tapamos con film y dejamos levar en un lugar cálido unas dos horas, o hasta que haya doblado el volumen.
Pasamos al banco, desgasificamos y dividimos en 24 porciones aproximadamente. Boleamos cada una de ellas y colocamos sobre un papel de horno, cubrimos de nuevo con film sin presionar y dejamos que leve de nuevo, aproximadamente 1 hora, que crezcan.
Freímos en abundante aceite vegetal a unos 150ºC. Escurrimos y cuando estén templados ya podemos rellenarlos con mermelada al gusto, yo he utilizado una mermelada de cereza que me encanta. Para ello utilizamos una boquilla de 1cm de diámetro y rellenamos hasta que veamos que la mermelada empiece a salir por el agujero.
Para acabar, espolvoreamos con azúcar glasé.