Artista de formación. Dejé la cerámica hace unos años por causas que no vienen al caso. El gusto por la cocina llegó poco a poco, desde la necesidad de tener que alimentar a mi familia. Por afición y con muchas ganas de aprender descubrí un mundo nuevo. Ahora soy técnico en panadería, repostería y confitería. Adoro hacer el pan, pero por encima de todo me vuelve loca la delicadeza y elegancia de la pastelería francesa.