Esta combinación de brownie y tarta de queso es algo espectacular, el brownie queda hiper tierno, con un sabor a chocolate increíble, y por si esto fuera poco, la cheescake es algo suave y maravilloso. Y además es tan fácil de preparar que pasará a formar parte de vuestras recetas habituales.
INGREDIENTES
PARA LA CHEESCAKE:
200g. de queso crema tipo Philadelphia
20g. de azúcar
1 huevo
16g. de harina
PARA EL BROWNIE:
120G. de chocolate negro 66%
40g. de harina
100g. de mantequilla
2 huevos
100g. de azúcar moreno
1 pizca de bicarbonato
ELABORACIÓN
Empezamos preparando la cheescake
Ponemos los huevos junto al azúcar en un bol y batimos hasta blanquear la preparación, podemos hacerlo perfectamente a mano.
Añadimos la harina y batimos de nuevo
Por último el queso y batimos bien hasta que obtengamos una mezcla bien cremosa y homogénea. La reservamos.
Preparamos ahora el brownie:
En un cazo, al fuego muy suave, hacemos fundir el chocolate junto a la mantequilla, mezclando regularmente con espátula.
Mientras se funde, disponemos los huevos junto al azúcar en un bol y batimos vigorosamente hasta blanquear la preparación.
Añadimos la harina junto al bicarbonato y batimos ahora cuidadosamente.
Incorporamos el chocolate fundido y mezclamos hasta que la crema esté bien homogénea.
Forramos o engrasamos un molde de unos 18x18, si es un molde sin base podemos colocarlo sobre un tapete de cocina y éste sobre una bandeja para el horno.
Volcamos en el molde la preparación de chocolate reservando una pequeña cantidad que aplicaremos después sobre la preparación del queso.
Sobre el chocolate vamos a volcar la preparación del queso y sobre ella vamos a dejar caer algunas gotas del chocolate que hemos reservado. Con ayuda de un palillo vamos a realizar dibujos marmolados de chocolate sobre el queso.
Horneamos a 150ºC durante 30 minutos. Es importante controlar bien el tiempo de horneado pues ya sabéis que en cuestión de brownies unos minutos de más pueden suponer un brownie reseco, y lo mismo ocurre con la tarta de queso, queremos que quede bien jugosa y no seca.
Sacamos del horno y cuando veamos que empieza a enfriarse, pasamos un cuchillo por el borde del molde y lo retiramos, así dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
Cuando la preparación esté fría cortaremos los bordes para que queden bien limpios y ya podemos cortar en porciones al gusto.
Lo tendremos a temperatura ambiente hasta la hora de consumir, si se diera el caso de que os sobrara, hay que conservarlo en la nevera, pero debemos sacarlo un buen rato antes de consumirlo para que recupere la temperatura ambiente
Enjoy!